Rafael, el padre, que nunca traicionó sus ideas, sigue el camino sin pausa pero sin prisa, y llega con su vástago, Salvador, que ha recorrido España con su Rojo Cancionero, revitalizando la canción comprometida.
Ambos unen en el tiempo dos generaciones cargadas de razones y poesía, de irrenunciable vocación de libertad y razón, y se juntan en:
AMOR CON AMOR: El padre, el hijo y el espíritu canto.